...Y faltan tantos y tanto... |
No puedo contar este año en 365 días, no empezó el 1 de enero ni terminará el 31 de diciembre... Este año, llamémosle "espacio de tiempo" o "Aleph" (sí, mejor Aleph [*]), ha sido, es y será.
Este Aleph que me tocó amar
es casi una pequeña historia de la vida,
está plagado de magia,
es "prehistoria que tendrá el futuro" (Silvio Rodríguez)
y sin embargo eterno presente,
desde la cuna, desde el vientre,
desde antes del vientre,
vive en el horizonte alcanzado,
vive en el horizonte alcanzado,
traspasado y en su revés.
Este Aleph mueve el universo,
es consecuencia de él
y lo genera.
Mueve lo conocido
y lo aún por conocer.
es consecuencia de él
y lo genera.
Mueve lo conocido
y lo aún por conocer.
Desentrañarlo no puede el alma,
sólo sentirlo, vivirlo, disfrutarlo.
sólo sentirlo, vivirlo, disfrutarlo.
Este Aleph es eterno y en absoluto es mío.
Es de todos.
Este Aleph es el corazón del mundo palpitando,
las estrellas siguiendo su curso,
la tierra y su pequeñez,
el ser y su inmensidad.
las estrellas siguiendo su curso,
la tierra y su pequeñez,
el ser y su inmensidad.
Es el hogar que habito.
Es un estado del alma.
Es.
"A nuestros Días Raros (a la añoranza del porvenir)" |
Fui plenamente consciente de su existencia un 27 de julio aunque se venía fraguando desde... nunca podré saber el momento justo. Desde sus desconocidos orígenes muchos seres intervinieron trenzando hilos de plata, allanando el camino, se entrelazaron almas que respondían a voluntades inciertas, sólo deseadas.
También se trenzaron espinas, hilos de contaminante plutonio, de veneno, porque aunque elevados pisamos la tierra y por ello estamos expuestos a las mordeduras de serpiente. Pesados y oscuros días también lo han habitado, días dolorosos en los que el brillo de los ojos se empobrece por la inevitable descomposición de la carne, imperfecto y precioso material del que estamos hechos.
El tiempo que a veces corre demasiado.
Pero no cambiaría ni uno sólo de estos acontecimientos, de todos he aprendido (aunque ojalá estuvieras aquí marinero, quiero creer que habitas el más bello océano jamás inventado).
Aprendí de esas serpientes y de la fiebre de su veneno,
de los gurús, de los profetas.
De los "yo si sé" y sus certezas.
De las buenas personas que no saben nada,
que nada dan por seguro
y a cambio de nada lo dan todo...
quiero parecerme a ellas.
De las buenas personas que no saben nada,
que nada dan por seguro
y a cambio de nada lo dan todo...
quiero parecerme a ellas.
Aprendí de la inevitable ira que regalan los necios,
los insensibles, los egoístas,
los insensibles, los egoístas,
los que sólo su ombligo,
los embusteros,
los que su gloria y nada más.
Los ciegos de corazón.
Aprendí a decir no, ¡Basta!.
Aprendí que la hipersensibilidad es un don de doble filo,
pero qué hermoso don.
pero qué hermoso don.
Aprendí que todo está dentro de uno mismo y que a la vez nos rodea:
las preguntas y sus respuestas.
las preguntas y sus respuestas.
Aprendí que el dolor del alma es una elección
pero no el de el cuerpo como tampoco lo es la muerte (a veces).
pero no el de el cuerpo como tampoco lo es la muerte (a veces).
Aprendí más que nunca a callar por no descender
a los niveles ínfimos de los que no callan.
a los niveles ínfimos de los que no callan.
Aprendí a decir lo que nunca supe.
Aprendí a amar y a ser amada...
...Y olvidé que tengo límites.
Toqué la magia en la que siempre creí, en la que creo.
Y supe una vez más que la esperanZa "es" más que nunca.
Que la inocencia un regalo aunque salga caro.
Olvidé al horror y a sus hacedores...
... Casi siempre. Encontré y reencontré a seres maravillosos,
otros se quedaron por el camino,
otros se quedaron por el camino,
y me alegré de sus alegrías, todas.
Quise estar en muchos lugares en los que no pude,
y por ello pido disculpas.
Ahora sé que creo en mí aunque aún no sepa llevarlo a cabo.
Aún no encontré el camino, no importa...
Hay tantos...
Aprendí a respetar aunque aún no a enseñar a ser respetado.
Y sucedieron tantas cosas mágicas que no podría ni por asomo encerrarlas aquí...
Es un Aleph, no una historia con principio y final.
Sigo aprendiendo.
Es un Aleph, no una historia con principio y final.
Sigo aprendiendo.
Pero no dejaré de agradecer eternamente a todos aquellos que me dan tanto, que me enseñan tanto, que me quieren tanto... ni a los que no o sólo a veces. Tampoco los nombraré, los que lo hacen ya lo saben y podría olvidarme de muchos (además, a algunos ya los olvidé).
Recojo en imágenes momentos y me en repito un colage quizás ya manido pero lleno.
Feliz Aleph!!!
Os deseo no dejéis de volar nunca, ni de ser como sois sin temor ni dependencias, hagamos lo que hagamos encontraremos frutos de muchos colores en consecuencia, los que alimentan y los que matan de inanición, y todos forman parte de lo necesario.
... y GRACIAS.... eso siempre!!!
NOTA: Niña Mar, a ti también por darme la mano, aún cuando ni si quiera podía verte y te negaba. Aún cuando aún no llego a verte en ocasiones.
[*Aleph]---> “uno de los puntos del espacio que contiene todos los puntos”, Jorge Luis Borges.
Para quien prefiera leerlo: "Cómo hacerte saber", Mario Benedetti.
(Gracias Diego, por copiarte la idea sin permiso ;)
"¿Y si no descubro mi supuesto talento?
Para empezar, no se ponga límites, y menos en el tiempo. La creatividad, como la vida, no es lineal. Puedes ser un niño creativamente viejo o un nonagenario creativamente joven. Y cada día el cerebro es diferente".
(...Y cada día, la vida también lo es...)