Mientras escucho a Cohen y su maravilloso "Dance me to the end of love" hasta romperme los tímpanos pienso en cuando las cosas duraban, en cuando las cosas permanecían, en cuando su peso nos significaba lo suficiente como para no ser borradas al instante de la memoria propia o colectiva. En cuando no se señalaba y acusaba en un segundo por una frase leída por encima sobre un muro virtual, en cuando tratábamos de buscar su contexto y entender, en cuando estas cosas eran importantes, en cuando una imagen no era portada un minuto y olvido al siguiente. En cuando las palabras quedaban grabadas como melodías en la memoria, y eran valiosas, y se las amaba, y se las mimaba.
Ahora del todo no nos quedamos ni con la parte, no nos da tiempo, sólo un "Me gusta", poco diálogo con suerte, brevedad y a otra cosa mariposa y si en cualquiera de esos instantes de "pelusa mental" elegimos la opción incorrecta, ay, si tomamos la decisión equivocada condenamos, censuramos y ejercemos nuestro inconsciente poder absoluto para defender nuestras imponderadas opiniones, fútiles, efímeras, a lo peor ni siquiera nuestras opiniones propias sino las de la masa ya informe y su conjunto, empujados por la avalancha de la "noticia inmediata", fatuo destello para alimentar la breve indignación que creemos nos desahoga o el breve placer que creemos nos deleita. Esa noticia que sí fue sopesada, estudiada, calculada, con el suficiente mimo, con el mismo cariño egocéntrico con el que se mutila a un bonsái o con la sibilina delicadeza con la que se clavan y coleccionan mariposas de colores muertos , fabricando con ella pan para hoy y hambre para mañana con premeditación, nocturnidad y alevosía. No tenemos ni idea del trabajo que se toman para que nada dure lo suficiente, y sin oponernos ayudamos a decorar las paredes de un infinito salón propiedad de orgullosos cazadores con patente de corso.
(Viviendo en los tiempos de "La matanza caníbal de los garrulos lisérgicos" [no, esto no es mío, para más info consulten el enlace]...).
Y para quien se guste de meditar lean esta interesante reflexión sobre uno de "los temas de actualidad" que tanto nos han escandalizado últimamente: "Sacos de Estiércol y Pedofilia"
Y para quien se guste de meditar lean esta interesante reflexión sobre uno de "los temas de actualidad" que tanto nos han escandalizado últimamente: "Sacos de Estiércol y Pedofilia"
Nos venden el compromiso y el pensamiento como lastre que soltamos sin piedad para cargar a cambio estúpidamente nuestras espaldas con "aspiradoras del mar", Sushi de plástico, hipotecas y mierda en estado puro, ¿cómo han conseguido que nos huela a gloria?
Tener conciencia no está de moda ni sale rentable y ni siquiera lo decidimos nosotros, nos lo inocularon por vía intravenosa a través de años machacándonos los sentidos... Tan machacados como para que el cambio no nos resulte rentable. Muertos vivientes en mitad del desierto anhelando llegar al mar en sueños imposibles, automutilados, culos redondos en cómodos sofás que miran las pantallas brillantes e hipnóticas con el único ojo que les queda.
Yo también me vendí, no crean, y cada día procuro estrujarme el cerebro tratando de buscar el lado positivo que el corazón me niega.
No pretendo hacer apología del pasado, sino del futuro, "por favor, ¿Hasta cuándo?" (Manu Chao).