martes, 22 de octubre de 2013

Hoy no hay fotos, ni canción...

Al final de este viaje... al final sé que me acabarán matando los pesticidas que le echan a las plantaciones de tabaco ni si quiera la nicotina ni el aguarrás.

Para quien aún no lo sepa soy fumadora, sí, y consentida. Toda yo o al menos alguna parte de mi debería vivir bajo un microscopio de última generación, de esos que hacen ¡funnnngggggg! y ¡tachánnnngggggg! al encenderse y viven bajo 200 km de tierra, escondidos del "enemigo" colaborando en las más apasionantes investigaciones médico tecnológicas y futuristas... pero pertenezco al tercer mundo, mejor dicho, al cuarto... y a mis pobres médicos les da "noséqué" negarme este arcaico y apestado último vicio de la "civilización humana"... No, no les miento.


No sé si es la química (creo que no pero es más fácil tripearlo pensando que sí) ...pero siempre me he sentido un poco como Rutger Hauer interpretando a aquel replicante en esa impresionante y "topicadísima" última escena de Blade Runner : “Yo…he visto cosas que vosotros no creeríais. Naves de guerra ardiendo más allá de Orión. He visto rayos-c resplandecer en la oscuridad, cerca de la puerta de Tanhauser. Todos esos… momentos se perderán… en el tiempo. Como… lágrimas… en la lluvia. Es hora… de morir”.


... Tan dramática, tan visceral, tan apocalíptica, tan conspiranoica, tan pirada... tan Jesús en el tempo que no entre los pobres, tan niño muriendo entre los brazos de su padre, tan padre viendo morir a su hijo con lágrimas y vómito en la mirada, en mitad de cualquier lugar llamado "Guerra"... tan "Mar". Mar Cantón. 


Es más fácil creer que la química me ha agujereado el cerebro y ¡qué leches!, es cierto, literalmente, lo miréis como lo miréis lo es. Incluso antes de aquellas naves de guerra ardiendo más allá de Orión, puede que incluso antes de salir del vientre de mi madre, incluso si tuviera los recursos suficientes (que son muchos pero sólo están al alcance de unos pocos -y todos son muy feos-) os demostraría que salí con el cerebro "planificadamente" agujereado de ese lugar bajo 200 km de tierra... y algunos incluso me creerían, suele pasar, vemos tantas pelis...


Pero no soy mujer de recursos, sólo soy mujer de agallas.


Los de Tanhauser me dejaron tirada aquí con algún fin en algún momento sin libro de instrucciones y con el cerebro como un queso de Gruyère (aunque al mirar en "SanGoogle" cómo se escribe he leído por encima que en verdad éste no tiene agujeros, qué cosas... O_O), y aún sigo viendo los rayos-c, y no tengo que soñar ni estar dormida. 


Y cada vez son más nítidos, tan hermosos y terribles...


Mi telediario son podcast de La Rosa de los Vientos y Elena en el país de los horrores, con ésta última y sobre todo en mis "Salas de espera" (algunos las conocéis) aprendo psicología, sociología, "humanología"... Estudio arte casi con cada miligramo de aire que respiro por muy contaminado que esté, el arte señores, nace en cualquier lugar, es de las pocas cosas que nos sobrevivirán, que hablarán de nosotros de quiénes fuimos realmente. ¿Qué más puedo pedir?


Yo aún sigo perdida, en el laberinto, buscando al mismo minotauro que algunos de los que me leeréis.


No tengo ninguna respuesta, cada vez me hago menos preguntas y sin embargo soy más curiosa a cada minuto que pasa... pero acabo de cumplir 42, como decía un "bichito malo" nunca tuve un "buen chasis", así que lo mismo es la menopausia, la vejez o la presbicia (ppprrrffffffffffff.... jajajajajajajaja, a estas alturas me vienen con presbicias, no me aburro, es imposible...).


Y es que los agujeros hacen que algunas cosas entren en mi cabeza y al rato salgan, en cambio otras entran y no se van jamás. 
Mientras, ese invento que llamamos tiempo... se pierde... como lágrimas en la lluvia, como lágrimas en el mar.


Pero aún no es hora de morir.


Y es que... pasé por aquí un momento (FB) y os añoré tantísimo que no pude evitar dejaros uno de mis "ajados galimatías lleno de tristeza, lamentos y negatividad que me caracterizan" para que sepáis ante todo que estoy bien y os echo en falta, que sigo en la lucha, que mi "no daros la coña" foma parte de ella inevitablemente (ya ha de estar la cosa jodida para que yo me calle del todo, ja!), y que si un día vuelvo os arrepentiréis de haberme dado tanto cariño y sustento, todos, sí, incluso aquellos que no lo crean. GRACIAS.


Mar, Mar Cantón, alias "la kiNki".


P.D.: Hoy no hay fotos, ni canción... no cabrían todas :-)
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