martes, 4 de diciembre de 2012

DE VENDAS Y ALCACHOFAS


 
No fue hasta mis treinta y tantos que en unas complejas circunstancias fui a dar con alguien que con un simple garabato en la parte trasera de una receta me brindó las llaves de mi propio castillo. De mi entrecomillada "fortaleza".

Ella era mi neuropsicóloga en la sombra y yo una enferma con demasiadas dolencias complicadas y coñazo rodeada de necios, que entre otras cosas quisieron apartarla de mi. Así que empezamos a vernos "a escondidas", dicho más correctamente: de forma extraoficial. Yo accedí por pura necesidad y plena confianza en sus técnicas; ella por vocación y firmes principios. Ahora apenas puedo recordar cuánto tiempo estuvimos juntas como especialista y paciente. Todavía hoy, ya sin necesidad ninguna a veces me escribe de tanto en tanto para preguntar "cómo va", y de tanto apenas puedo contarle ni la mitad, así que ya que me ha dado por poner en firme mis pensamientos, aprovecho, así me lee un poquito si le ape.

El garabato representaba una cebolla pero yo, ahora, prefiero imaginarlo como "una alcachofa" (o alcaucil). Un ejemplo tan sencillo describía mi situación de absoluta desprotección emocional frente al resto de personas que me rodeaban desde el mismísimo día en el que aparecí en el mundo.

Hoy estoy segura de que si no fuera por esta desmesurada empatía y extraordinaria hipersensibilidad que poseo sería una auténtica sociópata y quién sabe qué más, pero aún conservo los tornillos bien apretados (los importantes al menos).

En realidad, el problema es mayor y estaría mejor definido así: soy una auténtica sociópata con una desmesurada empatía y extraordinaria hipersensibilidad.

Así que no puedo ejercer.

Lo de la hipersensibilidad viene de serie... es un mero hecho hormonal (o emocional o como quieran llamarlo quienes quieran llamarlo de alguna manera) constatado, el primero que me lo dijo con palabras "sabias" fue un ginecólogo pero la vida me lo ha estado demostrando constantemente. La empatía "me la pongo" yo porque no me da ningún reparo reconocer lo empática que puedo llegar a ser si me lo propongo o me pillan con la guardia baja... esto es... sin "la venda". La venda que nos ayuda a no ver todo aquello que nos resulta doloroso, incómodo, inapetente... a ser un poco más desgraciados. O sencillamente desgraciados, a secas.

La situación era la siguiente, yo era una alcachofa sin hojas, más bien el corazón de una alcachofa tierno, rico, jugoso (para quiénes gusten de estos vegetales) y carente de sabiduría alguna para defenderse  agarrado a su tronquito, así había vivido treinta y tantos años. No tenía hojas, ninguna, absolutamente ninguna, así que todo me llegaba directamente al corazón: lo bueno y también lo malo.

Vivir así, se los puedo asegurar es terriiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiible. Pero qué prodigioso día aquel en el que lo descubrí.

La tarea comenzó nada más salir de la consulta entonces y hoy, algunos años después, aún continúa, de hecho no creo que la termine no sólo es que me haya pillado ya mayor es que creo que nunca se llegan a terminar estas cosas.

Empecé con las primeras hojas, las más tiernas y cercanas al corazón, y cómo dolían... unos cuantos golpes duros de estos que te da la vida de cuando en vez ayudaron a que el trabajo se fuera realizando con bastante rapidez, incluso mucho más de la ya deseada de por sí (o de por "mí"). Poco a poco se iban endureciendo, la costumbre supongo, la experiencia... como en todo trabajo las cosas se van haciendo mejor, y al final acabas construyendo las hojas cada vez más duras sin casi proponértelo. Las de afuera. Las que realmente protegen a todo el conjunto. Esas que cuando uno quiere comerse una alcachofa ni si quiera chupa, se tiran directamente por desagradables, fibrosas y con poca chicha.

Escribo y sigo sin saber el tiempo que ha pasado desde que era un corazón en vivo hasta ser una fortaleza correosa. No mucho. Eso sí lo sé. Tiempo récord.

Las fases de la mutación son muchísimas, es como viajar en "una montaña rusa de emociones" constantemente, como levantarte cada mañana mirarte al espejo y sentir que no eres la misma que el día anterior, o que el minuto anterior. Como beber demasiado y no estar segura de saber si la estás cagando en una conversación "seria o profunda", o si el chiste tuvo gracia. A veces te sientes como si te hubiera tocado la gran lotería y otras tan pobre que incluso perdiste la ropa y andas desnuda enseñándolo todo. Es como si la mesura no existiera, no es un camino lineal.

Es como la alcachofa: un garabato.

Pero ¡Ay, de mi!... al poco de tener ni alcachofa casi estrenada empecé a encontrar un cierto equilibrio en mi interior. Aprendí mucho. Aprendí a defenderme. Aprendí a no meterme en berengenales, o al menos a ser consciente de que me estaba metiendo cuando lo hacía. Aprendí de la palabra desconfianza, de la palabra escudo, de la palabra ignorancia, de recelo, de distancia, de tiempo... y la palabra "inocencia" se fue diluyendo. Me autoengañaba, quería pensar que no, seguir siendo la misma... pero ya era imposible.

Todo tiene un coste y la inocencia se fue al carajo.

(Luego llegaron la incredulidad y la ira... más tarde el por fin ansiado sosiego [o casi] o el principio de la resolución del dilema y la claridad, la verdad es deseable pero no siempre dulce).

Sentada dentro de mi nueva cápsula espacial ("La Alcachofa") aprendí a ver el mundo desde la venda que nunca tuve, pero yo sabía de ver sin vendas. Llevaba una vida entera viviendo sin ellas, y conforme se creaba el equilibrio en mi interior aprendí del arte de "usar las vendas a demanda", no con maldad, no... "inocentemente" (en este caso sí), como hace todo el mundo... en LEGÍTIMA DEFENSA.

Y entonces comprendí para qué sirven realmente, por qué se usan, por qué existe la necesidad de vivir con vendas incluso cuando creemos no llevar ninguna y nos empeñamos en jurarlo sobre una "biblia" si hace falta de lo convencidísimos que estamos y lo "claro que lo tenemos"; por ejemplo, el que ve a la virgen muchas veces la ve de verdad otra cosa es que sólo la vea él... y meternos en las posibles causas de este fenómeno sería descarriar... el caso es que no me gusta juzgar a las personas a la ligera porque sean capaces de ver cosas de las que yo no soy capaz... y menos si creyera en ellas que no es el caso. Pero no podemos negar que si alguien ve a la virgen muchos católicos de golpe de pecho lo tildarían de chaladura desde el minuto uno y la Iglesia de Roma lo primero que haría sería tratar de zanjar el asunto antes de que trascendiese y se montara "una romería".
No es nada fácil demostrar que ves a la virgen de verdad (o de mentira)...

... En fin, lo dicho, que me estoy descarriando y tengo tendencia, volvamos a la alcachola y a las vendas.

Sólo cuando de verdad empecé a usarlas sin darme cuenta en mi día a día, a demanda como las aspirinas ya más fuerte y protegida (las vendas, en ese sentido, son parecidas a la utilidad que poséen las hojas de la alcachofa) reparé en ello y me esforcé en entenderlo (también tiendo a complicarme la vida). Como estoy compuesta de extremos ya antes descritos empecé a probar a no usar las vendas pero ahora ya protegida por mi querida alcachofa (por aquello de la empatía y la sociopatía, morbosilla que es una). Es decir, a ser consciente plenamente de cuándo me protegía por egoísmo puro y duro y cuándo no. A distinguir las cosas que verdaderamente me dañarían sin hojas y las que no. Aprendí a reconocer ante mí misma cuándo usaba vendas por pasotismo y cuando las usaba en legítima defensa...

Una de las conclusiones que saqué fue que el egoísmo y la autodefensa son lo mismo (al menos en el caso que expongo).

Por muy desgraciados que seamos siempre habrá alguien más desgraciado todavía (según nuestra vara de medir), y por muy felices que seamos siempre habrá alguien más feliz todavía aunque no nos apetezca pararnos a reparar en eso cuando nos sentimos o creemos los seres más felices de la tierra, pero en cambio sí nos consuela el dolor ajeno, de hecho es hasta necesario (he de aclarar que nunca lo fue para mi, y ahora menos que nunca a cada uno le duele lo que le toca y quien diga lo contrario le aseguro se equivoca).

Nadie sabe de dónde viene, quién es, o hacia dónde se encamina y lo peor, la inmensa mayoría de la población humana ni se lo plantéa (al menos no en público, no mola)... "esos son cosas de entendidos, filósofos, científicos, pirados, gente con mucho tiempo para pensar..."... pero muchos juran saberlo, un ejemplo fácil es el de las personas religiosas o... mejor llamémosles "místicas", porque hoy en día... empieza a ser complicado distinguir con tanta religión disfrazada de "New Age". El caso es vivir tranquilo, no comerse el coco. No sufrir. El ideal hoy en día es: "SER FELIZ POR COJONES", y si para ello tenemos que dinamitar con el pensamiento a toda la población mundial aplastada, engañada, ninguneada, hambrienta, enferma, asesinada, torturada... muerta, incluyéndonos a nosotros mismos, los/nos dinamitamos. Y no nos tiembla el pulso: es, repito, "legítima defensa".

"Quién podría vivir pensando en el dolor ajeno las 24 horas del día sin acabar suicidándose, qué podemos hacer nosotros si no somos nadie, simples impotentes, si además la culpa es de <<LOS OTROS>>"... "LOS OTROS", ¿QUIÉNES SON LOS OTROS? esos que parecen como vivir en un plano paralelo de la existencia, los demonios de la nueva era: los gobernantes, las corporaciones, las multinacionales, los poderosos, los ricos...¿GOBERNANTES DE QUIÉNES?, ¿CORPORACIONES Y MULTINACIONALES PARA QUIÉNES?, ¿PODEROSOS Y RICOS A COSTA DE QUIÉN?... si no fuera por nosotros no existirían "LOS OTROS", y si pudiéramos formaríamos parte de ellos, de hecho muchos ya lo hacen/hacemos, TODOS... pero es que tienen/tenemos que vivir... en esta sociedad no se vive criando ovejas o cultivando lechugas en mitad del campo, hacen falta "MUCHAS COSAS", y "HAY QUE COMPRARLAS".

¿Y mientras? "NO SEAS MEMO, TÚ NO PUEDES HACER NADA, DISFRUTA QUE SON TRES DÍAS MAL CONTADOS, TOCA MADERA Y DA GRACIAS POR LO QUE TIENES (con tono de abuelilla "resabiá"), si quieres MANIFIÉSTATE EN LAS CALLES, GRÍTALES AL AIRE QUE SON UNOS HIJOS DE PUTA, TEN UNA IDEOLOGÍA FIRME Y POR SUPUESTO DE IZQUIERDAS (¿¿¿???), PERO NO TE PASES... NOP... tienes salud, quizás hijos, con suerte amor, un trabajo (aún), una casa, una tele... y a un tanto por ciento inmenso del resto de los seres humanos para regocijarte pensando que siempre se puede estar peor... a veces hasta nos manifestamos por ellos incluso, pero aquí, en nuestra tierra firme y segura (a lo que añado "¡JA!"), eso de ir a ayudar a la peña a la quinta puñeta como que... "yo mira, tengo ya mis problemas y casi que no... que si pudiera Y SIRVIERA DE VERDAD PARA ALGO... pues sí, pero total, si ya hay tantas buenas personas haciendo cosas y uno lo piensa, realmente tienen vocación... pero, no sé, ¿sirve?, ahí siguen, igual... aunque si no fuera por ellos... no es mi vocación, la mía no, la verdad, o no estoy hecho para eso, y ¡qué coño! que también me he partido los cuernos para tener lo que tengo, y he luchado mucho en mi vida... yo ayudo en lo que puedo...Y YA BASTANTE HAGO CON TRATAR DE CAMBIAR MI ENTORNO, eso es lo importante, hacer al menos lo que se puede EN TU ENTORNO"...
Y tampoco les falta un ápice de razón.

Eso es una trampa... o una de ellas, en verdad todo es un campo minado.

Por ello pasé de la incredulidad a la ira cuando empecé a saber de verdad, a abrir los ojos de verdad a una minimínúscula parte de las cosas que verdaderamente ocurren cada día, a cada minuto en este planeta, aquí al lado o en la otra punta... en mi alcachofa, sí, pero sin vendas, sin excusas, sin peros... no, yo tampoco me iría al Congo de misionero, no tengo vocación y ya tengo bastantes problemas, con hacer de mi entorno un lugar mejor ya hago bastante.

Pero además tampoco creo que esas acciones (que son más que admirables y hacen felices a muchos con muy poco a costa del enorme esfuerzo de otros con mucho amor que dar, de el de VERDAD) sirvan más que para lo que acabo de escribir entre paréntesis. Porque "LOS OTROS", no viven en otro plano, somos nosotros mismos en diferentes circunstancias. Todos los seres humanos somos exactamente iguales. Que la genética, las circunstancias, la cultura, e INCLUSO, las decisiones y esfuerzos personales nos hagan tirar por unos caminos u otros es irrelevante. Todo puede cambiar de un segundo al siguiente y volverse del revés, nadie es inmune pero vivimos más tranquilos pensando que sí lo somos u obviando que algo así pueda ocurrir. LÓGICO.

Estamos hechos para sobrevivir. El instinto de supervivencia rige nuestras vidas. Y si para ello "como supuestos seres inteligentes" tenemos que creer en dios, en el demonio, en el amor incondicional o en las voces que existen dentro de nuestras cabezas lo haremos, nos protegeremos, pero no de "LOS OTROS" sino de NOSOTROS MISMOS.

Y ahí reside la diferencia, el matiz. ESTA ES MI VISIÓN DE LAS COSAS EN ESTE MOMENTO.

He llegado a verlo con una claridad tan meridiana como el sol que empieza a salir y a deslumbrarme, o como el que jura ver a la virgen que es como los más (ojo, lo harán en legítima defensa propia) me verán a mi. Por que ver todo esto, ser consciente, y creer que merecemos un ápice del aire contaminado de mierda por nosotros mismos que respiramos sería como hacerse el harakiri. Va contra nuestra naturaleza (me refiero a hacernos el harakiri no a contaminar el aire).

Yo decidí hacérmelo. Ir contra natura.

Pero un buen día no pude más, no quise saber más, con lo poco que sabía tenía suficiente y os puedo jurar que me paso por el arco del triunfo las noticias relacionadas con "la crisis", española o mundial, la eurozona, la merkel, el rajoy, el señorito andalú que vota al psoe, el progre que vota al pp, la independencia catalana, la economía española o mundial, las ideologías, la política, por supuesto a los políticos (aunque lo quieran "hacer bien" y en sus casas sean unas maravillosas personas, de hecho, no digo que todos pero muchos psycokillers lo son, también lo eran los miembros del partido nazi, y seguro que Obama adora a su perro...)...

Estoy asqueada de ser humana, no me gusta el mundo. Aborrezco produndamente esta especie a la que pertenezco y sin conocer ninguna otra cosa diferente (como hacemos con todo, pues carecemos de referente alguno para comparar) creo que somos la puta peor plaga que ha sufrido este bendito planeta con tan malísima suerte y todas las criaturas que lo habitan. Exceptuándonos a nosotros mismos, claro... o no.

La venda se me ha perdido... al menos de momento, porque cuando la encuentre seguramente volveré a usarla sin duda ¿cómo sobrevivir si no?... por ahora manteniéndome al margen, porque mi corazón de alcachofa "está en los huesos" (siempre me encantó esta frase de Sabina, "ése que canta").

Y como no puedo coger bichitos en el mar "me voy a China", uno de los grandes placeres de la civilización: los videojuegos, los uso sin pudor para evadirme y gracias a ello puedo pensar con claridad y darme cuenta del asco que tengo sin acabar delirando como suelo, padeciendo del hígado o vomitándolo todo (literalmente) hasta echar la bilis que ya no debería tener, y como decía Paco Gandía, esto es verídico... supongo que a falta de vesícula serán ácidos del estómago, pero esto es también descarrilar... Estoy mejor. Mucho mejor... (del estómago).

Las vacaciones de facebook han sido involuntarias y forzosas al principio, sentía náuseas y al apartarme, desaparecían... empezaba a darme cuenta de por qué pero no quería abandonar mis cosillas, mis dibujillos, mis amigos virtuales o lejanos geográficamente (tengan en cuenta que por causas de salud la geografía que manejo se ha visto seriamente mermada)... Desde que que esta red social (digo ésta, porque es la que uso) se ha convertido en un millón de panfletos políticos baratos y manipuladores mi salud se desintegra. No puedo disfrutar de lo poco agradable que tiene. Las cosas están cambiando demasiado y demasiado rápido hacia peor. Pero sé que esto es "mi problema".
Así que ahora tengo puesta una inmensa venda desde el lugar desde el que os escribo: mi alcachofa, China.

A quienes quiero los sigo queriendo igual. Los afectos y las fobias no han variado en absoluto hacia mis "contactos" y mucho menos hacia mis amigos.

Sólo hago lo que (casi) todos: no irme a África de misionera y tratar de protegerme.
Hasta cualquier día de estos, ya sabéis que además soy emocionalmente inestable.

Espero estéis bien de corazón.

Mar.

P.D.: No he perdido la esperanza, es que en estos temas nunca la tuve. Lo digo por aquellos que van de "místicos" y creen en las energías positivas y negativas que se atraen y retroalimentan y ese tipo de cosas e incluso se acuestan con ellas, y también por los pasotas que piensen "ya está aquí ésta otra vez con sus pajas mentales"... y a mucha honra, por cierto. También soy súper empática con vosotros (a veces) y otras fui demasiado hipersensible, y dolió, vaya si dolió.

Me quedé a gusto conmigo misma pero qué ganicas de volver a China... y a mi casa.

Ah!!! Si alguien deséa meditar un poco sobre el tema (que lo dudo muchísimo) le recomiendo lea/escuche las últimas palabras que dijo Ted Bundy antes de morir ejecutado en la silla eléctrica y medite seriamente sobre ellas, se quedara con el mundo o no tienen sustancia, Y NO POCA.
También he aprendido mucho del mecanismo mental humano a través de las mentes de algunos psicópatas.

------->TED BUNDY ("Elena en el país de los horrores")


                

(La canción le va al "tema" como a un santo dos pistolas, pero llevo dos días con ella en la cabeza desde el último capítulo que vimos de "Padre de Familia" O_O... y me apetecía escucharla de nuevo, quién sabe, a lo mejor a alguno le mola recordarla...)







Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...